| dc.description | La progresión de la formación docente en Chile en las últimas décadas está indisolublemente ligada tanto a la historia política reciente como a los procesos de rápidos cambios socioeconómicos que afectan una expansión radical de la educación superior. El régimen militar que aplastó al gobierno socialista del presidente Allende cerró en 1974 las escuelas normales que habían preparado docentes para el nivel primario desde 1842, reposicionando este tipo de formación docente en las entonces ocho universidades del país. Bajo la égida del mismo régimen autoritario, a partir de principios de los años ochenta, se implementó una reforma educativa radical pro-mercado, abriendo la educación superior a la creación de nuevas instituciones e instalando mecanismos de competencia de mercado como la principal fuente de coordinación y gobernabilidad. del sistema y las instituciones. Después de la recuperación de la democracia en 1990, y las políticas de acompañamiento para la inversión y reforma de la educación, los programas de formación docente y la matrícula multiplicados por varios órdenes de magnitud, de la mano de dinámicas de crecimiento económico y procesos sin precedentes de movilidad social ascendente, pronto significó que siete de cada diez estudiantes de educación superior fueron la primera generación de sus familias en llegar tan lejos. A fines de la década de 2000, la conciencia de la necesidad de regular la educación superior en general, y la formación docente en particular, se volvió políticamente transversal, y las políticas que combinaban mecanismos de presión y apoyo para crear procesos de reforma en las facultades de educación comenzaron en serio. | en_US |
